El proceso visual es el conjunto de etapas que permiten que los estímulos luminosos se conviertan en imágenes que podemos interpretar. A continuación, se describen sus pasos fundamentales:

1. Captación de la luz: La luz entra por la córnea, atraviesa el humor acuoso, pasa por la pupila (que regula la cantidad de luz mediante el iris) y se enfoca gracias al cristalino.

2. Proyección en la retina: La imagen se proyecta invertida sobre la retina, donde se encuentran células sensibles a la luz: los conos (para colores y luz intensa) y los bastones (para luz tenue y visión en blanco y negro).

3. Conversión de luz en señales eléctricas: Las células fotorreceptoras convierten la luz en impulsos nerviosos.

4. Transmisión al cerebro: El nervio óptico envía la señal al lóbulo occipital del cerebro, que la interpreta como una imagen coherente.

La audición es posible gracias a la transformación de las ondas sonoras en señales nerviosas. Este mecanismo involucra varias estructuras del oído y se puede dividir en tres partes:

Oído externo: Recoge las ondas sonoras con el pabellón auricular y las dirige por el canal auditivo hacia el tímpano.

Oído medio: Las vibraciones del tímpano se transmiten a través de los huesecillos (martillo, yunque y estribo), amplificando el sonido.

Oído interno: Las vibraciones llegan a la cóclea (caracol), donde se encuentran células ciliadas que convierten la energía mecánica en impulsos eléctricos que serán llevados al cerebro por el nervio auditivo.